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jueves, 5 de abril de 2018

Esperando a Jesús Marchamalo


Me considero afortunada por el trabajo que he tenido durante muchos años. Pero de no haber sido maestra, no me hubiera importado trabajar en una biblioteca o en una librería, por eso de estar rodeada de libros. O mejor, no hubiera estado mal haber sido “inspectora de libros”, como Jesús Marchamalo. Así lo llamó alguien, "inspector de libros", creo que Gamoneda, y es una manera preciosa de nombrar a alguien que escudriña los libros.

CLV con Jesús Marchamalo y Antonio Santos
Club de Lectura viva con J. Marchamalo y A. Santos


Viene todo esto a cuento porque esta semana tenemos a Jesús Marchamalo en Badajoz, en nuestro Club de Lectura Viva que organiza Miguel Ángel Carmona. La reunión del club gira esta vez en torno a una colección que tiene de pequeñas biografías de escritores; pequeñas en tamaño pero profundas, exhautivas y preciosas. Es una cajita que edita Nørdicalibros que contiene cuatro biografías, con títulos muy atractivos, de Baroja, Pessoa, Kafka y Blixen. Tiene como título “Esperando a Virginia Woolf” porque cuando salió, la quinta biografía, “Virginia Woolf, las olas” estaba aún en camino. Ya salió también y en mi mesa acompaña a las otras cuatro.  

Jesús Marchamalo y Antonio Santos en Nórdicalibros
Autores con prenda


Cuando termine la reunión, contaré algo más de esas biografías y de las ilustraciones de Antonio Santos que son impresionantes, pero lo que iba a contar hoy es que me encanta a lo que se dedica el periodista y escritor Jesús Marchamalo. He leído varios de sus libros y me da una envidia de las malas, malas comprobar como trastea en las bibliotecas de los más brillantes escritores.





























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En sus libros sobre libros aparecen asuntos recurrentes que están en la cabeza de muchos lectores. Allí aparece lo de subrayar los libros, poner señales, doblar las esquinas (¡horror!) o leer con un lápiz en la mano como es mi caso, ¡¡aunque el libro sea digital!!

Prestar libros, pedirlos prestados, comprar (o decidir no comprar más porque no hay sitio en la casa, resolución que no soy capaz de cumplir) … O usar las bibliotecas públicas, cosa que me encanta, al tiempo que resuelve el problema de espacio 



Dejar rastros en los libros, traspapeles los llamaba Cortázar, para encontrarlos al cabo de los años y refrescar la memoria de cuándo y cómo había leído el tal libro. Como ordenan o tienen desordenadas las bibliotecas los escritores a los que entrevista; en que lugares las ubican; o como se deshacen de los libros cuando se sienten agobiados. 

Este viernes, en nuestro Club de Lectura Viva espero que nos cuente esas anécdotas que a mi me parecen muy interesantes. Además, por supuesto, de hablar de “Esperando a Virginia Woolf” y del bolso de Blixen, del abrigo de Baroja, de las gafas de Pessoa y del sombrero de Kafka



Lo de las casas de los escritores y sus bibliotecas me pierde, lo reconozco. Doy fe de ello  con alguna entrada en este blog, aprovechando alguna visita en nuestros viajes. Me impresionó la Biblioteca de Cortázar que custodia la Fundación Juan March en Madrid. Miguel Blanco me invitó a acompañarlo en la visita que su grupo de lectura hizo hace años a esa biblioteca. A él le dio juego para unas páginas de su novela, a mi para escribir otra entrada en este blog y para comprar el libro de Jesús Marchamalo, "Cortázar y los libros".


Club de Lectura Viva
Biblioteca Municipal Santa Ana
Badajoz
Viernes, 6 de abril de 2018
20:30 horas


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viernes, 15 de junio de 2018

Las bibliotecas y los apellidos en Islandia

¿...y en la Copa Mundial de Fútbol 2018? 

Las bibliotecas están siempre en mi lista de tareas cuando viajamos. Es una de mis múltiples manías. Elijo siempre alguna que pueda ser representativa del lugar -también añado alguna librería- y me lanzo a la bibliotecaria de turno -porque en todos sitios suelen ser mujeres- a brearla, la pobre, a preguntas.


Akureyri es la segunda ciudad mas grande de Islandia
Biblioteca Municipal de Akureyri 

Es todo un ritual; me gusta primero dar una vuelta, escudriñar el edificio,  observar qué es lo que hacen los usuarios, si hay algún elemento diferente a otros sitios; cotilleo las estanterías…

La batería de preguntas que hago es casi siempre la misma. A saber, el tipo de lecturas más populares en el país y, lo mas importante, si hay libros de autores españoles o que escriban en español.

Brekkugata 17 IS-600 Akureyri (Iceland)
















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La elegida en esta ocasión fue la Biblioteca Municipal de Akureyri que es la segunda ciudad más grande de Islandia, con nada menos que ¡18000 habitantes! El edificio, con enormes cristaleras, es muy atractivo y está situado en una zona elevada muy cerquita del centro. Di un paseo hasta allí a la hora de la siesta del día que llegamos. Me llamó la atención las mantitas en los sillones para acurrucarte a leer de cara a la montaña con su nieve a través de los ventanales, y la sección de juegos de mesa para ser prestados, tipo CatanCarcassonne. ¡Mis nietos alucinarían con las dos cosas, la nieve y los juegos!


Aquí están juegos como el Catan o Carcassonne.
Sección de préstamo de juegos. Biblioteca Akureyri
Cómodos sillones en la Biblioteca Municipal de Akureyri.
Las mantitas me han encantado





















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En otro  momento contaré lo de las lecturas islandesas, porque ahora a lo que quería referirme es a la pregunta extra que llevaba preparada esta vez y que tiene que ver con los apellidos islandeses y el sistema de catalogación de las bibliotecas en Islandia, bueno, mas bien de ordenación.

Como me imaginaba, me contaron que los libros están colocados por orden alfabético, pero del nombre del autor, no del apellido. Así, un autor islandés que me ha gustado mucho, Arnaldur Indriðason, está colocado por la A de Arnaldur. Sucede lo mismo en el listín telefónico y en cualquier registro, escolar o de otro tipo.

Sistema de catalogación especial condenados por el nombre, no por el apellido

Yrsa Sigurdardóttir, la islandesa más popular, escribe novela negra. 

Sus libros están colocados en la Y.



El asunto es que es el nombre lo más importante en este país y técnicamente no tienen apellido. A continuación del nombre va lo que para nosotros sería un apellido y que hace referencia a su procedencia, es decir al nombre del padre. El sistema tiene una parte sencilla; consiste en tomar el nombre del padre (patronímico) y tras declinarlo con el posesivo (-s) se añade el sufijo -son si es chico o -dóttir si es chica. Desde hace unos años, con toda la movida feminista, también se puede formar a partir del nombre de la madre (matronímico).

Hasta aquí bien, pero ahora vienen los enredos, porque no se puede poner el nombre que a los padres les de la gana, tienen que escogerlo de un listado oficial, aprobadísimo por un Comité de Nombres. Si el nombre que se quiere poner no está en el listado y tienes muchas ganas de andar en pleitos, tienes que hacer una petición formal al Comité. Ellos estudian un montón de cosas, por ejemplo que la palabra en cuestión pueda declinarse para añadir -son o -dóttir, que no contenga algunas de las letras inexistentes en islandés, como la Z, Q, o W y unos pocos requisitos más. Total, que con tanto jaleo, resulta que tardan varios meses en ponerle nombre al crío y mientras tanto lo nombran como niño o niña. ¡Vaya cosa! Se trata, por lo visto, de conservar la pureza del idioma…

Por ejemplo, si mi familia fuera islandesa, mis hijos se llamarían Miguel Pilarsson y Beatriz Pilarsdóttir. Tendría que ser en plan matriarcado, porque el nombre de su padre, Lorenzo, lleva una letra prohibida, así que … se siente!

Todo esto está bastante cuestionado últimamente. De hecho, en enero de 2018 varios partidos políticos presentaron en el Parlamento una proposición de ley para echar por tierra el dichoso Comité, pero para mí que lo llevan claro.

Ah, lo olvidaba, los libros extranjeros si están colocados por apellidos. En Akureyri encontré a Muñoz Molina, Manuel Rivas, Javier Marías, Pérez-Reverte, Juan Marsé o Guelbenzu. Una buena mezcolanza.

Literatura en español en la Biblioteca de Akureyri.
Aquí están colocados por apellidos.


Creo que lo de los nombres se lo saltan en las camisetas del futbol, cuestión de marketing supongo. Ya lo comprobaré esta tarde cuando jueguen el primer partido de los Mundiales 2018  contra Argentina en Rusia

Jugadores de la selección islandesa en 2017  (foto tomada de AFP)

Թíӏɑɾ Օɾɑղօ Ϲɑҍօ, 16 de junio 2018



domingo, 19 de abril de 2015

La biblioteca de Riga

Otra de mis manías: las bibliotecas
La biblioteca de Riga

El verano de 2014 visitamos los dos países bálticos que no conocíamos: Letonia y Lituania (hace diez años habíamos estado en Estonia). Uno de los lugares que me apetecía conocer era la  Biblioteca Nacional de Letonia en Riga; un poco por mi manía de conocer las bibliotecas de los lugares a donde viajamos (aunque también tengo predilección por los mercados, cementerios y librerías).




La Biblioteca de Riga era un edificio nuevo, recién estrenado unos meses antes. Su inauguración en enero había sido el pistoletazo salida para celebrar que Riga iba a ser la Capital  Europea de la Cultura en 2014. 

Vista de la biblioteca desde el río Dauga
Y este inicio fue llevado a cabo mediante una acción simbólica colectiva: una cadena humana de libros. Quince mil vecinos de Riga pasearon por la ciudad los libros que hasta entonces habían estado localizados en los ocho edificios que conformaban la antigua Biblioteca Nacional. Este paseo los llevó hasta su nueva y moderna sede, un edificio precioso, muy original y lleno de luz a la orilla del río Dauga.






sábado, 24 de octubre de 2015

Para el Día de las Bibliotecas, una muy curiosa


Hoy me he acordado de una biblioteca la mar de chula que vi hace tres años en París. Y viene al pelo hoy que es el Día Internacional de las Bibliotecas.

La Bibliothèque des Littératures Policières (BiLiPo) es una pequeña biblioteca, escondida tras un Parque de Bomberos en una zona céntrica de París, muy cerquita de la Catedral de Notre Dame.

La BiLiPo es el único espacio en Francia (y puede que en el mundo aunque no lo sé) dedicado en su totalidad a la literatura policíaca y de espionaje. Y aquí me han dado de lleno por mi sabida afición a este tipo de lectura.


La Bibliothèque des Littératures Policières está cumpliendo un excelente papel de conservación de fondos de género sobre todo en francés, pero también en otros idiomas. Pueden consultarse obras de referencia sobre criminología, cine negro, cómic policíacos y un montón de cosas mas. A esta biblioteca acuden investigadores de todo el mundo. Además, la BiLiPo recibe el depósito legal de las novelas policíacas y posee la producción francesa del genero desde 1927.


Organizan numerosos eventos, como lecturas, encuentros, presentaciones o exposiciones. Cuando la visitamos tenían una exposición muy curiosa de unas novelitas de los años veinte. Unos folletines, literatura popular, una serie de Guy de Teramond que con el título de “Les Bas-Fonds” retrataban distintos escenarios de los bajos fondos parisinos de los años veinte. Me resultó muy curioso. Hice un montón de fotos, pero solo he encontrado una de uno de los libritos, el titulado Dancings!

 Guy de Teramond , Dancings!
Bibliothèque des Littératures Policières
48 rue Cardinal Lemoine 75005 Paris
RER B stations Saint-Michel et Luxembourg / Bus : 63, 86, 87, 89
Tél. : 01 42 34 93 00
bilipo@paris.fr
Métro
    M° Cardinal Lemoine, ligne 10

viernes, 28 de julio de 2017

Yo uso marcapáginas. ¿Y tú?

Me gusta leer y no va conmigo el dilema de si libro electrónico o libro en papel porque uso los dos. Cada uno tiene su momento en el día; además, dependiendo del tipo de lectura, recurro a uno o a otro.

Yo uso marcapáginas
Algunos marcapáginas de mi colección


Donde si que me posiciono es en lo de subrayar los libros, siempre que sean míos, claro. Los destrozo a colorines, aunque suelo usar lápiz la mayor parte de las veces.

Pero lo que odio con todas mis fuerzas es encontrar un libro con las esquinas dobladas para marcar el punto de lectura. ¡No se me ocurre hacerlo ni en mis propios libros! Que para eso hay unos marcapáginas de lo más monino, o simplemente el tique de compra de la frutería; cualquier cosa menos doblar la esquina.

Y es que hoy me ha vuelto a pasar con un libro “nuevo” de la Biblioteca Pública (me gustan las bibliotecas y las frecuento con asiduidad). Quien hubiera leído el libro en cuestión antes que yo, ha parado tropecientas mil veces y da penita ver como han quedado las esquinas del libro.

¡¡¡Por favor, usa marcapáginas, que los libros de las bibliotecas públicas son de todos!!! 

Badajoz, 28 de julio de 2017



sábado, 19 de marzo de 2016

El derribo del cubo no me gusta

El tiempo suele poner cada cosa en su sitio. Por eso, creo que dentro de unos años, cuando nuestros nietos hablen del cubo de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la UEX, en Badajoz, pensarán que su derribo fue una total estupidez. Ya sé que más de dos van responder a esto con el bla, bla, bla que llevamos oyendo desde hace años; me sé de memoria todo lo que me vayan a decir… Y estoy segura también que algunos de los que estaban deseando ver por los suelos ese trozo de edificio que tanto les molesta ya no lo tienen tan claro. Pero les resulta  difícil reconocer que todo esto es un sinsentido. 

Porque es un sinsentido, y dentro de unos años  pensarán (yo ya lo pienso ahora) que este derribo fue una pérdida de tiempo, de dinero y de energías tan necesarias para otros asuntos de importancia para nuestra ciudad. 

Además, no quisiera estar en la piel de los trabajadores de la Facultad de Biblioteconomía que tendrán que mover todo para el derribo, mover también a los alumnos para los exámenes, y qué sé yo cuantos trastornos más…. Y mi pasión por las bibliotecas hace que me duela aún más pensar qué será de la de la facultad. Nada volverá a ser igual tras el derribo y ese sagrado lugar se verá desprovisto de la magia que ahora la envuelve. Les invito a que la visiten antes de que sea demasiado tarde y estarán de acuerdo conmigo en que es una pena. 
Pues eso, que mañana será tarde y algún día muchos se preguntarán, ¿por qué?


¡¡¡¡NO AL DERRIBO DEL CUBO!!!!

Biblioteca de la Facultad de Biblioteconomía en Badajoz

Si quieres firmar para pedir el INDULTO, pincha AQUÍ. Aún es posible. De hecho, ha sido posible en Las Palmas de Gran Canaria


martes, 19 de marzo de 2019

Una biblioteca especial, de mujeres

Sin ellas, la historia no está completa

Saramago llamaba a su casa de Lanzarote uma casa feita de livros. Lo he recordado hoy cuando he visitado otra casa que también está hecha de libros; tiene libros por todos los rincones la casa de mi amiga Esperanza Marina.

Rosa Chacel
Rosa Chacel

Las mujeres de la Generación del 27
Sin ellas, la historia no está completa

Esperanza ha sido bibliotecaria en la Universidad de Extremadura, bueno lo sigue siendo a pesar de estar jubilada porque ser bibliotecaria es para siempre, así que sigue manteniendo una apasionada devoción por los libros. Además, es que los libros que atesora en su casa son muy especiales; tiene una colección de 2500 libros escritos por mujeres españolas. Lo tiene todo perfectamente organizado, lo da el oficio, claro, y documentado, con un montón de datos de cada uno.

En varias ocasiones he encontrado a Esperanza con su iPad escudriñando una librería de segunda mano que hay en Badajoz, donde siempre encuentra (bueno, encontramos) algo interesante. Pero me la imagino también en las librerías de viejo de Madrid, o a la caza de algún tesoro, que sé que tiene, en los catálogos de Internet donde puedes encontrar alguna edición tentadora. 

Las sinsombrero en Badajoz


Tenía allanado el terreno cuando llegué, pues había entresacado de sus estanterías una serie de libros que me iban a deslumbrar. Allí estaban casi todas, casi todas esas mujeres que fueron silenciadas durante demasiado tiempo. Escritoras que brillaron en la Generación de 27, pero que nunca aparecieron en los libros de literatura con los que yo estudié. Las sinsombrero. Allí, en la mesa de la sala de estar de Esperanza, estaban Rosa Chacel, Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre, María Teresa León… Fue un encuentro emocionante que agradezco a Esperanza. 


Ernestina de Champourcín
Ernestina de Champourcín
Concha Méndez
Concha Méndez
Josefina de la Torre
Josefina de la Torre

No me extraña su entusiasmo. Es la digna nieta de todo un bibliotecario de la Biblioteca Nacional de España, don Manuel Serrano y Sanz, que con sus Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas, en 1903, lanzó a su nieta el testigo que ésta ha sabido recoger para hacer las delicias de muchos como yo que amamos los libros y las bibliotecas, y que reivindicamos la lectura de las mujeres olvidadas de nuestra literatura. 



puntes para una biblioteca de escritoras españolas Don Manuel Serrano Sanz
Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas
Don Manuel Serrano Sanz


Badajoz, marzo de 2019